El rosa es un color noble, que levanta la decoración de cualquier ambiente. Representa el amor, es elegante, invita a la calma y, por supuesto, es ultra romántico. A pesar de los numerosos argumentos para aplicarlo en nuestra casa y de ser tendencia en el mundo de la decoración, son muchas las personas que no se animan a elegirlo para sus casas. Ahora bien, en pequeñas dosis y bien utilizado, el rosa es un recurso que puede utilizarse en cualquier ambiente. Me atrevo a decir que todos los hogares deberían contar con un toque de este color.
Desde la versión suave hasta el poderoso magenta, se puede elegir una gran variedad de tonos para darle un poco de color, vitalidad y alegría con al living, la cocina o el dormitorio. Una advertencia: no se debe exagerar. No hablamos de pintar todas las paredes en rosa. Eso podría ser demasiado, al menos que en la casa habite una pequeña princesa que adore el color.
¿Cómo introducir este polémico tono, entonces? Lo mejor es hacerlo a través de accesorios o piezas de arte. Se puede escoger un florero o una hermosa foto de flores de cereza o flores del mismo color. Si hablamos del dormitorio, un par de almohadones mezclado con otras tonalidades, un mantón a los pies de la cama o una cajita para guardar accesorios, son buenas alternativas. Basta un poco de creatividad y un empujón para animarse.
Publicar un comentario