Brocha de estarcir: un pincel redondo, con cerdas cortas y sujetas firmemente. Existe en varios tamaños: grande, para extensiones de color importantes, o pequeña, para los detalles. Su principal ventaja es obvia: reduce las posibilidades de salirse del dibujo a causa de las cerdas sueltas. Si pintas un dibujo con diferentes colores, puede resultar mucho más cómodo que dispongas de una brocha de estarcir para cada tono, en vez de estar enjuagando la misma cada dos por tres. La pintura se aplica con la brocha en movimientos circulares. Rodillo de espuma: ideal para plantillas de grandes dimensiones y en un solo color, porque acelera mucho el trabajo. Hay que cuidar que la totalidad del rodillo se impregne de pintura en cada aplicación y luego pasarlo por un papel de cocina para retirar el exceso. Esponja: hay que aplicar la pintura en la esponja y dar golpes suaves sobre la superficie a pintar. Aerosol: buena solución para dibujos grandes y/o monocolor, pero ventila bien y ¡ojo con las manchas! PINTARLO: • Sujeta la plantilla con cinta de carrocero para aplicar con tranquilidad el dibujo sobre la pared. En caso de pintar cenefas, usa una guía, trazando una delgada y casi invisible línea de lápiz. • Aplica la pintura con pincel o brocha, esponja o aerosol. Solo ten en cuenta que la cantidad de pintura debe ser poca en cada pincelada, para evitar que escurra. • Da golpecitos suaves sobre la pared al pintar con pincel o esponja hasta cubrir de pintura el hueco de la plantilla y un poco más, sin importar que esta se ensucie. • El tipo de pintura para las paredes puede ser esmalte sintético, látex, o una pintura plástica. • Pega sobre la pared con adhesivo o silicona las aplicaciones en plástico o metálicas. Las venden en bazares y mercerías.
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