Recientemente se ha incorporado a sus filas Alberto López Román, un joven anticuario, estudioso y entusiasta, y con experiencia en el comercio de las antigüedades. Hasta ahora, ha desarrollado su actividad junto a su madre, la anticuaría Consuelo Román. La dirección de esta nueva tienda corre a su cargo y él pretende, sin perder la línea familiar, atraer al pequeño coleccionista y a los jóvenes aficionados, con los que se siente identificado. La porcelana oriental, la escultura y las artes decorativas europeas, desde principios del XIX hasta el período modernista, son sus grandes pasiones y en las que su oferta es más sustanciosa.
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