Durante siglos, vidrieras y vitrales fueron un elemento de decoración prestigioso prohibido para el común de los mortales. La evidencia es que fue utilizado en las iglesias, es decir, precisamente para decir que su valor era tal que él sólo podría glorificar un espíritu superior. Su fabricación por los artistas del vidrio maestros fue larga y detallada y por lo tanto, por consiguiente, tal modo incluso una obra de arte muy cara. Pero ahora es necesario el uso del imperfecto en esta presentación.
De hecho, un vidriero contemporáneo, llevado por la pasión, buscó durante mucho tiempo el modo para hacerla asequible a este producto, para que el individuo pueda disfrutar fácilmente y compartir este arte divertido. A su disposición tres desafíos:
Reinventar la tecnología para reducir el costo;
dar a vidrieras todas las cualidades de un moderno satinado;
permitir las vidrieras encajar en las carpinterías como se diseñan hoy.
Tardó casi diez años, pero hoy se conocieron estos tres desafíos.
El lado inesperado es que, si sigue siendo difícil crear en las decoraciones de esmalte que ofrecen una imagen de cuatro colores (cuatricromía), decoración en marco de plomo es al final no demasiado difícil, Sin entrar en detalles técnicos, digamos que en el proceso inventado, para que el vidriero pegue un marco de plomo dentro y fuera de un doble acristalamiento. Este marco está pensado y diseñado para una mirada decorativa, el efecto es sorprendente. La estética del vidrio manchado y seducción que emergen se conservan, con costes de implantación muy reducidos.
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