En esta ocasión continuamos describiendo aspectos que nos permitan hallar el color y el estilo óptimo del dormitorio matrimonial y sentirse conformes e identificados con la opción elegida.
Texturas
Hay gran variedad de acabados entre ellos las pinturas con brillo o sin el mismo, las últimas son por lo general las que dejan en evidencia las imperfecciones de la superficie donde se utiliza y tiene una apariencia bastante industrial, lo que no la hace una buena opción para un cuarto matrimonial.
Cascaron de huevo
Es muy usada en interiores en general, a diferencia de la anterior posee un brillo muy delicado, es lavable y puede disimular las imperfecciones de la superficie de las paredse.
Terminación satinada
Se trata de una pintura con poca cantidad de brillo, también lavable y de poco mantenimiento. Es una opción muy utilizada en interiores.
Flat Finish
En este caso si bien disimula imperfecciones es mas bien recomendada para exteriores o solo para pintar plafones que estén en interior, puede usarse con una base anti hongo.
Semi o gloss finish
En este caso se trata de un pintura que se aplica sobre metales sobretodo, como pueden ser rejas, barandas y otros.
Un factor más a tener en cuenta en la elección del color para pintar el dormitorio es sin duda el tamaño del mismo, ya que la elección del color puede influir significativamente a la hora de percibir el espacio.
Los colores calidos como son el amarillo, naranja o rojo hacen que se de una sensación de proximidad por lo que hacen que se vean las habitaciones más chicas, es mejor usar esos colores en detalles de contraste, como puede ser una pared de fondo o en lugares realmente amplios donde se desee realzar ciertas paredes.
El color como modo de decoración
No solo se trata de elegir el color con el cual se va a pintar el dormitorio matrimonial, una ambientación adecuada se consigue en conjunto con otros detalles que deben ser agregados al cuarto. Lo mejor es optar por una base con un tono dominante y usarlo como guía para la combinación final.
Se puede optar por un color neutro que despeje todo el esquema y por último un tono o material que sirva para marcar detalles, como puede ser madera, acero, cobro, bronce, etc.
Otro aspecto a tener en cuenta es que no siempre se tiene que optar por pintar todo el dormitorio, también se puede recurrir a la utilización de un papel decorativo tipo gigantografia, o tal vez un empapelado, tela con textura, etc. las posibilidades son tan extensas como nuestra imaginación nos permita.
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