El dibujo y la creación de modelos forman parte de las competencias del vidriero. El creador de esta técnica más moderna barata comenzó con diseños simples y despojado, para decorar las ventanas de la terraza para pronto darse cuenta que con el marco de plomo, 'todo es posible'. Después de haberse hecho con el vidrio y el metal, perseguía a esmaltes y el color principal. Gracias a nuevas técnicas de serigrafía en vidrio, luego se une para crear plantillas para las puertas de entrada, y luego ventanas y luego el interior de la de la casa hasta hoy de los notables mosaicos en pasta de vidrio, espejos y paredes.
Más sorprendente tal vez es que sin renunciar a las minucias de su arte, sus creaciones ofrecen todas las garantías de un acristalamiento moderno, tanto en términos de aislamiento térmico y acústico en términos de seguridad o resistencia a U.V. por ejemplo y, a medida, encajan en la carpintería, aluminio, metal, madera o PVC. Rendimiento más notable es que los motivos seleccionados pueden ser realizadas en cualquier tipo de vidrio: burbuja antiguo, Catedral de vidrio, vidrio claro para nombrar unos pocos.
Por comparación, uno de los tradicionales vitrales, un diamante en la puerta por ejemplo, empieza en unos 750 euros. También hay creaciones desde 350 euros lo que es aproximadamente cinco veces más baratos que el precio habitual. Es un pequeño choque cultural para los gestores de compras. Observando también a este respecto que como opera en un campo 'artístico', es a menudo las mujeres que tienen la última palabra sobre la elección de los motivos.
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